Tengo estigmas en la mano con la forma de tu coño
y una cruz en la espalda que cargo como condena
a pesar de la victoria.
Si se pudiera llamar así.
Tengo la habitación llena de sueños tirados por el suelo
y un corazón que apenas cumple la función de bombear sangre.
Desde que te fuiste
la muerte ronda por aquí.
Y no me deja tocarle el culo.
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