jueves, 28 de junio de 2012

retrospectiva

                                                                                       “Escribir es un ejercicio de soledad”

Entre cuadros de estrellas pegados como imanes 
en una pared desgastada por la humedad de sueños que no se han cumplido,
y entre ropa sucia como volcanes de una soledad típica de un adolescente que aún vive con sus padres,
se retuercen mis escritos entre idas y vueltas de aviones de papel desgastados por el tiempo.

Ya he perdido la cuenta de las veces que me he imaginado una situación distinta a la que ahora vivo,
son innumerables las veces que me he imaginado formando una familia,
con una casa gigante,
con un jardín totalmente verde
y con un árbol de manzanas donde sentarme a pensar y escribir,
como newton.
Del perro no me olvido pero esa es una realidad que ya conocemos.

Tengo secuelas de una infancia atormentada por madrugadas  de no dormir,
los golpes en la ventana,
los gritos tras la pared,
un silencio,
un escalofrío.

No se si hice algo mal.

Navegue entre faldas buscando un calor que me cubra las distancias de mi corazón y mi razón.
Pero siempre con la misma puñetera pregunta:
¿Qué coño pasa?

Y de pronto sin consultar,
cogía mis orgullos y mis tristezas,
me los metía en el bolsillo derecho de mi pantalón azul
y corría como los que tienen la conciencia sucia de haber visto pornografía de lamentos toda la noche.

De momento trato de vivir mi vida y no comprenderla.
Paso de comidas de olla por la noche.

lunes, 25 de junio de 2012

Recital

el martes 26 en MEQUIEROVIVIR (Plaza del castillo 38) a partir de las 20:00, estaré hablando de poesía y leyendo partes de mi segundo libro "Bizarro Amor" y en esta ocasión contaré con la colaboración en la iluminación y escenografía del escultor Lazaro H Cano. Podéis ver su trabajo en: http://lazarohcano.blogspot.com.es/


sábado, 23 de junio de 2012

Graduación

El viernes me gradúo. El viernes nos graduamos....
Aún recuerdo las pruebas de acceso, 
los nervios de tener que desnudar nuestras vergüenzas y salir al frente de un grupo de gente que te observa, 
que te juzga el juego de la mentira de tener que ser otro pero siendo tú. 
Valorándonos como oferta sólida, como competencia sincera, 
como una puta puesta en escena de la peor obra, pero defendiéndola como si fuera la única. 

Y luego ver esa suicida lista de admitidos, 
apretando los ojos para no ver y respirando hondo como te enseñaron para no desmayar pase lo que pase.
Después, la alegría, el ver tu nombre señalado con el dedo, leyéndolo 10 veces para reafirmar que no te has equivocado y que es verdad que te han admitido. 
El jolgorio, los manotazos, la juerga. 

Pasan los años y te vas integrando a un grupo de gente totalmente diferente. 
Unos venían de la disciplina del circo, 
otros de la exigencia de la danza 
y algunos del esfuerzo de la comedia sin dejar de lado la música. 
Unidos en ese mismo complicado camino de ser actores y actrices. 

Pero lo logramos. 

En estos años compartimos tristezas, 
compartimos peleas, 
compartimos abrazos, 
compartimos escenas, 
compartimos lagrimas, risas, vestuarios, 
compartimos cenas, 
compartimos amores, 
compartimos amigos 
y por si fuera poco compartimos hasta un embarazo. 

Hemos hecho montajes donde hemos visto reír a niños y cantar a adultos. 
Nos hemos disfrazado de frutas y hemos jugado a ser cocineros. 
Hemos entrenado duro. Con sudor, con emoción. 
Como si el mundo se fuera a terminar en dos horas, 
sacando las fuerzas de los pocos cojones que nos quedaban para dar como resultado a un público de pie en la última función de este largo recorrido. 

Sólo me queda dar las gracias a mis compañeros, que me han aguantado, que me dieron ánimos y caminaron conmigo sin juzgarme. 
Que confiaron en mí, 
que creyeron en mí. 

A esa lista interminable de profesores que me dieron alas y mil pruebas. 
Me tuvieron paciencia. 

Ahora nos espera un nuevo camino. 
Dicen que ahora somos profesionales, 
que el mundo es peligroso y competitivo, que hay que luchar y sudar… 

La verdad que no se que nos depara el futuro, 
pero teniendo en cuenta lo duro que ha sido todo este recorrido,
 ya no le tengo miedo a nada.

martes, 12 de junio de 2012

¿Cómo te imagino?

Te imagino sentada en un árbol con un vestido rojo de lunares blancos, 
Te imagino cantando una canción y destrozando, una a una, las cuerdas de tu ukelele. 
Te imagino pintando un corazón en una gran cartulina para irte luego a una manifestación. 
Te imagino corriendo en un campo verde, donde te detienes en cada flor para olerla, para luego rascarte la nariz, para luego ponértela en el pelo. 
Te imagino marcando tu piel con un rotulador, escribiendote frases que escuchas de la gente. 
Te imagino con la espalda arañada debido a un masaje de esos que tanto te gustan. 
Te imagino bailando ritmos latinos,

ya sabes, 
los que se bailan pegados,
Aunque luego en tu coche prefieras escuchar a "Bob Marley".

Te imagino contándome tu vida en fotografías. 
Te imagino con tu cámara, con tu sonrisa. 
Te imagino paseando a tu perro y haciéndole carreras a las palomas. 
Te imagino apartando algunos frutos secos, las manzanas y la carne. 
Te imagino con brillantina en el pelo. 

Y para terminar, te imagino imaginándote diciéndote yo, todo esto.

lunes, 11 de junio de 2012

arriba de la cama


Anoche salí a caminar para desbloquear
y pensar como comenzar esto.

Es muy extraño darse cuenta del tiempo que llevas escribiendo
tienes los dedos desgastados,
las plantas de tus pies se han tornado color ceniza
y las mañanas de lamernos las cabezas
van perdiendo poco a poco el sentido.

No se si agobiado por ese ir y venir de gente
me senté en una banca del parque,
cansado y con el corazón abierto.

Y como una brisa (de esos que entienden de primaveras)
te desarmaste a mi lado para hacerme compañía.

Hablamos de bicicletas, de flores y de música
tan contenta tú, tan risueña tú

como un crío chico que le enseñan a montar bicicletas
Así me quede con tu sonrisa.

La noche se me hizo corta.

Nos fuimos a mi casa con la vergüenza aun puesta de lo que nos esperaba,
si fuera por nosotros el camino de regreso podía esperar,
nos hubiéramos lanzado sobre esa misma banca sobre ese mismo parque,

Compramos unas cervezas y unos cuantos chuches.
 
La casa apesta a poesía, está en todas partes dijiste,
la mejor poesía eres tú,
y con las palabras jugadas nos fundimos en brazos inquietos
la noche para nosotros acababa de empezar,

al despertar ella ya no estaba,
y como un regalo de buenos días me dejaste un possit sobre la cama que ponía:

“La poesía
…no ha muerto”