domingo, 10 de diciembre de 2017

Cuando me sonríes.

Ella amaba a The Smiths,
siempre los escuchaba cuando regaba las flores que teníamos en el balcón.
También decía que si hubiese conocido a James Dean me cambiaría fácilmente por él.

- Sí siguiera vivo ahora tendría 86 años.
- Para el amor no hay edad, tonto.

Adoraba las películas de John Hughes.
Era una chica con alma de los 80`s
que bailaba como Allison Reynolds en el Club de los cinco,
su segunda película favorita.

A veces me despertaba en mitad de la noche de un salto para tomar café,
decía que era un deseo que le surgió mientras soñaba.
Y yo, obviamente,
me sentaba junto a ella en el sofá intentando descifrar el sueño.

Lloraba con películas cómicas mientras todos reían,
le daba mucha tristeza ver cómo se burlaban de los protagonistas.

- Cariño, son actores.
- Eres un insensible.

Vaya conflictos teníamos
cuando mirábamos películas de Jim Carrey.

Ella siempre quiso conocer París
y comprar un libro de tapa dura,
bueno,
ella no tenía un libro de tapa dura,
por eso lo quería comprar,
pero en París.

Veía todas las películas de Disney cientos de veces,
hasta se sabía los diálogos de memoria.
Era hipnotizante ver cómo sus labios seguían perfectamente cada palabra.
Su favorita era una película antigua que nadie entendía,
ni siquiera ella,
y eso es lo que la dejaba intrigada.

Me hubiese gustado conocerla en un lugar más emocionante,
en un cine antiguo, por ejemplo.

Quería darle el mundo,
aunque ella no lo quisiera.

Ella sólo quería todo lo que he mencionado anteriormente,
James Dean, The Smiths y café.
Tal vez era eso,
deseé tanto estar a su lado,
que descuidé lo que realmente le importaba.

Hasta el momento

en que ya no pude más estarlo.

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