Entre el fango de mi vida
aparece un rayo de luz
para tentarme como un dulce
ante lo amargo de un día pésimo.
No reconozco mis impulsos
y me sorprendo abrazando
los versos que te cuelgan
de los labios.
Y mis ojos y mis manos
sonriendo para no dañar
el miedo que me he creado
desde que estás aquí...
No hay comentarios:
Publicar un comentario