Teniendo en cuenta lo tarde que era y teniendo en cuenta el
frío que hacia,
decidimos no tener en cuenta nada.
Te esperé en un baño a oscuras, hasta que nos encontramos al
tacto,
o quizá por el brillar de nuestros ojos debido a unas copas
de más.
Me susurraste al oído: ¿y si la liamos?
yo no podía hablar.
Sentía tu respiración al lado de mi oreja,
y sin querer o tal vez queriendo fuimos moviendo las cabezas
hasta encontrarnos frente a frente.
¿Y que paso? Te estarás preguntando.
La verdad, no lo se.
En ese momento me encontraba volando en un globo
aerostático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario