Hoy hemos jugado a ser dos desconocidos en un bar del
barrio.
Nos mirábamos de reojo y nos enamorábamos en cada suspiro
De lejos, he señalado con el dedo cada punto de tu cuerpo donde
te he besado
y tú sonreías y ponías esa cara de niña traviesa que tanto
me gusta.
Mientras me mirabas, yo te follaba los pensamientos y me corría
de ideas sobre tu cuerpo.
Y como dos bestias indómitas nos hemos tirado a mordernos
los cuellos para meternos desesperados a ese palacio de noche llamado baño.
Con el seguro puesto en la puerta,
he nadado entre los tatuajes de tu brazo y he descubierto
los duendes que llevas en los pechos,
esos que me dicen cosas al oído cuando me recuesto sobre tu
vientre y tu dibujas huracanes sobre mi pelo.
Hoy hemos jugado a ser dos desconocidos.
Hoy,
hemos jugado,
a ser conocidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario