viernes, 8 de marzo de 2013

Suspiros y promesas

Hola, siento llegar tarde,
¿llevas mucho tiempo esperándome?
Yo aproximadamente 20 años,
los últimos 8 estaba ocupado intentando crecer.

¿Te apetece tomar un café o decisiones?
Tengo una lista interminable de cosas que quiero hacer contigo,
pero vayamos paso a paso,
quiero disfrutar al máximo cada adoquín del camino.

Con tantos nervios he olvidado decirte que aún sigo soñando,
con tus labios, claro.
Desde que los vi por primera vez no he dejado de hacerlo.
Soñar.

Venga, te dejo elegir el bar y el lado que prefieres de la cama,
yo me limitaré a mirarte de reojo y sonreír de medio lado.

¿Nos tomamos de la mano?
he visto que hacen eso en las pelis americanas,
y quiero que nuestra comedia romántica sea perfecta.

No sé si deba decirlo pero...
sé de memoria tu número de teléfono,
el punto exacto donde hay que tocarte para hacerte reír
y donde hay que besarte para que pierdas la vergüenza
y las bragas.

Bueno, ¿qué pedimos?
¿Café, caña o una vida juntos?
Yo por preferir me quedo con la tercera,
pero este camino es de los dos y todavía puedo acostumbrarme a tus costumbres,
a las rabietas cuando no quieras madrugar,
a tus resacas,
a tener que lamerte cada cicatriz y cantarle nanas a tus penas.
Vamos, que quiero ser tu otra mitad de manera que tú no cambies,
porque estoy dispuesto a luchar contra todos los monstruos del armario,
a bajar las nubes si te hace falta el aire,
a contar estrellas como milagros y suspiros como promesas.

Lo siento,
ya he vuelto a pensar en el futuro,
mejor dejemos que fluya ¿va?

Entonces...
¿te vienes?

Y claro,
nos tomamos un café.

No hay comentarios:

Publicar un comentario