domingo, 17 de marzo de 2013

Sube que hay espacio para dos


Qué sería de la vida sin los sueños,
qué sería de nosotros sin la montaña rusa de emociones,
cómo podríamos aprender a volar sin los tropezones de pequeño,
la vida es dura y nosotros unos malos conductores con tendencias a estrellarnos en una pared de cemento,
no sabemos valorar lo que tenemos excepto cuando vemos que lo estamos perdiendo. 

¡Sí, la felicidad es eso!

Aprender a disfrutar del camino, 
con nuestras tantas y tontas ideas. 
porque sabemos reír, 
sabemos jugar, 
sabemos amar. 

Por qué nos condenamos a cadena perpetua a nuestra nostalgia, 
a nuestro pasado. 

Hay que saber mirar hacia delante, 
colocarnos bien el cinturón de seguridad 
y pisar el acelerador fondo. 

Hoy voy a dejar que me quieran.

Hoy,
voy a dejar que me quieran...

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