Cuando
despierto,
siempre tengo
esta sensación
de querer
besarte.
Como si mi día,
o lo bueno que
podría llegar a ser,
dependiera
de tus labios.
Así que
por favor,
ven pronto
y bésame.
Como si fuéramos
adolescentes,
como si no
importara
que nos vieran.
Bésame
durante horas
y de todas
las formas,
del amanecer
hasta la
madrugada
si lo prefieres.
Bésame
cantando
o sonriendo,
de cabeza
o caminando,
hasta que
nos quedemos
sin saliva.
Bésame
como en una
película,
como un idioma
Inventado.
Bésame
aquí
bésame
ahora.
Joder,
si me estuvieras
besado
no estaría
escribiendo,
y ya sabemos
de sobra
que así
comienzan
los días malos.
Te espero.
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