jueves, 2 de febrero de 2017

Yo también sangro

Sí, te voy a decepcionar.
No soy romántico,
de verdad, no lo soy.
No te dejes llevar por este disfraz de poeta,
no es mi profesión ni la manera que tengo de salvar al mundo,
simplemente es el intento desesperado de no ahogarme en mi propia mierda.
No tengo destrezas manuales,
así que no te imagines nada.
Lo que hago lo aprendí de otros,
no lo inventé yo.
Con decirte que muchas veces no puedo abrir un frasco a la primera,
así que ve sacando tus propias conclusiones.
No entiendo de signos zodiacales,
ni sé leer la carta astral.
Pongo cara de entusiasmo cuando me dicen "eres de signo fuego" porque dentro de mí se intenta mantener algo encendido
a pesar de que ya no arde nada.
No soy nada detallista,
así que no te sorprendas si un día se me olvida abrirte la puerta del coche,
o no te deje caminar por la parte interna de la acera.
Muchas veces se me olvida dar las gracias o las buenas noches
y camino cabizbajo para no decepcionar a otras personas con mis desastres
(mis padres podrán entrar en profundidad en ese tema).

Sí, te voy a decepcionar,
y quiero que te hagas a esa idea.
Yo no te voy a hablar de todos mis defectos,
pero tampoco los quiero esconder.
Te vas a dar cuenta de muchos de ellos al pasar de los días:
un domingo cualquiera recostada en el sofá,
una mañana de lunes cuando el trabajo se hace cansado y aburrido,
cuando salgamos de viaje,
o cuando quieras arrancarme el cuello con los dientes porque me olvidé de tu cumpleaños.
No tendremos una relación increíble,
pero tendremos un amor genuino e intenso.
Por eso te pongo en bandeja de plata estos detalles,
para aprender a lidiar con las decepciones,
para estar siempre en equilibrio con los huracanes.
Somos diferentes empezando por el gusto musical,
no sé si me entiendes.
Pero sobre todo,
o todos,
hay que saber que ni tú ni yo somos perfectos.

Sí, te voy a decepcionar.
Y esas pequeñas decepciones,
poco a poco,
van a romper esta fina capa de relación superficial
haciendo que seamos más sólidos en nuestras decisiones
y tengamos un cariño más verdadero.
Espero que no renuncies a la gente (o a mí)
al darte cuenta que el chico que te encantó en las primeras citas
y te hizo contarle a algunas amigas que el "hombre de tu vida existe" también se equivoca.

Eso sí,
El único error que estoy seguro no voy a cometer
es el de no dejarte bailar:
en el suelo,
en el aire,
o en la cama
Puedo hasta fingir perfectamente que sé cocinar,
pero del amor al placer hay sólo un baile de por medio.

[Ilustración de Inma Vegas Delgado]


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