domingo, 19 de febrero de 2017

Abro paréntesis

Pienso en buscarte.
Estoy claro,
y porque es domingo.

-Abro paréntesis-
Los domingo son terribles,
las resacas necesarias,
el ibuprofeno imprescindible,
la nostalgia... bueno, la nostalgia.
-Cierro paréntesis-

Busco entre mis contactos tu número, sé que lo borré pero igual te dio por regresar una noche de puntillas a mi habitación mientras dormía para meterte sin permiso en mi agenda.
No, no estás.
Pongo en Google tu nombre y aparece tu instagram, no logro verte, tienes la cuenta cerrada y sólo pueden verte tus amigos
y yo no soy tu amigo,
ni tengo instagram.
Abro el Facebook y dejo un escrito absurdo sobre la distancia en mi muro, es en realidad una excusa para decirte que estoy aquí.

Me enfado y apago el ordenador.

Miro por la ventana y sigo sin entender algunas reacciones,
me justifico.
Mi cabeza es un bucle, una fábrica vieja de colchones, un hígado con hepatitis.
-Soy diagnosticado bipolar, no pasa nada- me susurro mientras me acaricio el brazo buscando la ausencia de mi casa.

No encuentro razones para no seguir intentando.

-Abro paréntesis-
En este punto no sé bien si te busco a ti, o me estoy buscando a mí.
-Cierro paréntesis-

Pongo en la radio las canciones que te gustan, todos los cantantes siguen hablando de ti.
Respiro profundo y en apnea intento decir tu nombre hacia  dentro, para guardarte en mi lado oscuro.
Las piernas son, cómo decirlo, prolongación de lo que me faltas.
Subo el volumen con la esperanza de que escuches la música. La esperanza es una mierda, no sirve ni para bailar claqué.
Tengo una idea y vuelvo a encender el ordenador, abro el Facebook y comparto una canción, de nuestras preferidas, en mi muro.
Espero, con la misma impaciencia que espero el café por las mañanas, alguna noticia que me ponga "el estómago blandito".
En mi cabeza aparecen tus manos escribiendo en el teclado una parte de la canción en tu muro.
-Será una señal, lo sé- me vuelvo a susurruar.
Pasan las horas y no pasa absolutamente nada. Odio la nada. Borro muy enfadado la canción de mi perfil y cierro con rabia el portátil.

Una inefable tristeza se apodera de mí.
Sólo quiero saber...
Si has desayunado zumo de naranja con café, si piensas comer pizza a la tarde buscando alguna película en Netflix o ver algún capítulo de esa serie que tanto nos enganchó. Si saliste a correr y te pusiste las zapatillas con los calcetines de dibujitos raros que tanta risa me daban. Joder es que es domingo y es bueno que ahora revises nuestras conversaciones o veas alguna foto donde sonreír no nos costaba tanto.

El querer saber es un autocastigo que me pongo porque sé que no tendré noticias tuyas.
Cuando te fuiste de casa, antes de cerrar la puerta me dijiste: "Tú nunca te vas a querer, por eso nadie soporta estar contigo".
Y tenías razón, a veces ni yo soporto estar conmigo.
Y eso que es domingo y hoy seguramente comeré pizza y me ahogaré en la fantasía de las piernas de otra mujer a la que seguramente le escribiré un poema pidiendo que vuelva por mí.

Cuando me deje.

https://www.youtube.com/watch?v=LcsTb_ffxz8&app=desktop

No hay comentarios:

Publicar un comentario