lunes, 30 de enero de 2017

Te lo voy a explicar mejor cariño,
será algo así:

Al principio, sentirás cosquillas en el estómago cuando escuches mi nombre.
Mirarás el teléfono cada cinco minutos para ver si te he enviado un mensaje.
Te vestirás como si fueras a un desfile en París cuando quedemos.
Fantasearás con que te arranque la ropa después.
Vas a sentir muchas veces la necesidad de decirme que me quieres, pero entrarás en duda porque pensarás que es demasiado pronto y te quedarás callada reteniendo entre los labios y los suspiros el cariño que me tienes.
Después de los primeros besos, me abrazarás tan fuerte que no sabrás si me abrazas a mí o a ti misma.
Te olvidarás de lo que pasa en el mundo cuando me tengas entre tus brazos y sientas mi olor hasta en las retinas.
Algunas veces te sentirás controladora e impulsiva.
Sentirás celos de mis amigos, te dará rabia que no pasemos más tiempo juntos.
Querrás, de todas las formas posibles, que me dé cuenta que me echas de menos cuando me alejo.
Luego te sorprenderás sonriendo sin razón alguna.
Te sentirás como si estuvieras drogada sin efectos colaterales aparentes.

Calma cariño,
(In)felizmente se acabará.
Poco a poco sentirás como sale la droga de tu cuerpo y tu mente se irá aclarando volviéndote más racional.
Las cosquillas del estómago desaparecerán.
Olvidarás mirar el teléfono cada cinco minutos.
Susurrarás menos mi nombre
y te vestirás pensando en lo que tienes que hacer el resto del día.
Nos veremos sin la sorpresa de encontrarnos ciegos en las manos del otro.
Algunas noches llorarás.
Te sentirás confundida,
y finalmente te ausentarás.
La ausencia causa olvido, y con el tiempo me olvidarás del todo.
Quedarás limpia de cualquier toxina que lleve mi nombre...

Entonces,
así
volverás a estar lista:
Lista para amar
o engañarte nuevamente.

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