Esa línea que me separa de tus melodías,
refleja en mis escritos otra línea vertical entre tu corazón y el mío,
y no hay nada peor que dos líneas separandonos.
Entre ellas un universo,
un signo de puntuación desorientado por no saber donde pararse,
una mirada perdida que te busca entre cuerdas desafinadas
y compases rotos por tonterías,
una lluvia que despeina tus cabellos de mis dedos y a dibuja una canción en mi espalda.
Tendrás que venir a ponerle compases,
a regarle con tu aroma a la armonía,
y dejarle,
si se puede,
un beso de buenos días,
Un abrazo de buenas noches
y un "te quiero"
con mucho ritmo.
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