miércoles, 8 de abril de 2015

Yo sólo intenté hacerte feliz.
De todas las formas,
con todas mis armas.
Lo intenté.
Lo juro.

Pero te vi escapar,
te vi convertirte en humo
con la última calada del cigarro.
Te hiciste suspiro de lunes
un martes por la mañana.

Te vi olvidar mi número de teléfono,
la dirección de mi casa,
de qué lado de la cama me gusta
dormir.

Te vi follarme pensando en otras
cosas...

Yo sólo necesitaba tu abrigo,
tus lunares en el cielo de la
memoria,
necesitaba hablar contigo
como hablan los niños:
sin tanta seriedad.

Pero nos hicimos adultos
en la banca de un parque.

Y vi mis manos tratando de
alcanzarte,
vi el silencio que se forma de
noche,
vi como te lloraban los labios.

Y yo no pude hacer nada.

Nunca,
me había dado por vencido.
Nunca,
había amado tanto a nadie.

Pero ahora,
ya en estas cuatro paredes
mustias,
el recuerdo se hace presente
y obstinado.
Y no me queda otra opción más que
cerrar los ojos
y desearte esa felicidad
que no te pude dar.

Lo siento cariño,
esta vez he perdido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario