sábado, 23 de junio de 2012

Graduación

El viernes me gradúo. El viernes nos graduamos....
Aún recuerdo las pruebas de acceso, 
los nervios de tener que desnudar nuestras vergüenzas y salir al frente de un grupo de gente que te observa, 
que te juzga el juego de la mentira de tener que ser otro pero siendo tú. 
Valorándonos como oferta sólida, como competencia sincera, 
como una puta puesta en escena de la peor obra, pero defendiéndola como si fuera la única. 

Y luego ver esa suicida lista de admitidos, 
apretando los ojos para no ver y respirando hondo como te enseñaron para no desmayar pase lo que pase.
Después, la alegría, el ver tu nombre señalado con el dedo, leyéndolo 10 veces para reafirmar que no te has equivocado y que es verdad que te han admitido. 
El jolgorio, los manotazos, la juerga. 

Pasan los años y te vas integrando a un grupo de gente totalmente diferente. 
Unos venían de la disciplina del circo, 
otros de la exigencia de la danza 
y algunos del esfuerzo de la comedia sin dejar de lado la música. 
Unidos en ese mismo complicado camino de ser actores y actrices. 

Pero lo logramos. 

En estos años compartimos tristezas, 
compartimos peleas, 
compartimos abrazos, 
compartimos escenas, 
compartimos lagrimas, risas, vestuarios, 
compartimos cenas, 
compartimos amores, 
compartimos amigos 
y por si fuera poco compartimos hasta un embarazo. 

Hemos hecho montajes donde hemos visto reír a niños y cantar a adultos. 
Nos hemos disfrazado de frutas y hemos jugado a ser cocineros. 
Hemos entrenado duro. Con sudor, con emoción. 
Como si el mundo se fuera a terminar en dos horas, 
sacando las fuerzas de los pocos cojones que nos quedaban para dar como resultado a un público de pie en la última función de este largo recorrido. 

Sólo me queda dar las gracias a mis compañeros, que me han aguantado, que me dieron ánimos y caminaron conmigo sin juzgarme. 
Que confiaron en mí, 
que creyeron en mí. 

A esa lista interminable de profesores que me dieron alas y mil pruebas. 
Me tuvieron paciencia. 

Ahora nos espera un nuevo camino. 
Dicen que ahora somos profesionales, 
que el mundo es peligroso y competitivo, que hay que luchar y sudar… 

La verdad que no se que nos depara el futuro, 
pero teniendo en cuenta lo duro que ha sido todo este recorrido,
 ya no le tengo miedo a nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario